Quién soy

Tundra de San Martin-quien soy

Un farolillo”, respondí impulsivamente cuando en un curso nos preguntaron quiénes éramos.

Había que ser creativo, original. No lo pensé.

Soy un “farolillo”, no es grande, ni pequeño, no es pretencioso y, su única intención es SER para ofrecer algo de luz a aquel que lo pueda necesitar.

No hace mucho descubrí que, había muchas maneras de pasar por la vida, en mi caso, y en ese momento, podía concretarlo en un farolillo.

Este “farolillo” tiene un nombre: Tundra.

Curioso, diréis algunos; otros os preguntareis si es un apodo, pero no, es mi nombre, así, a secas, sin añadidos ni antes, ni después.

Mis padres debieron tener mano izquierda con el sacerdote que me bautizó, por que en aquellos tiempos era un nombre extraño. Sin Santo al que apelar en las vicisitudes de la vida, que he de reconocer que no ha sido muy dura conmigo, bromeaba hasta la fecha, diciendo que me tenía que ganar el cielo.

Ganarse el cielo, ¿qué debe querer decir eso? Todavía no lo sé, pero sí que he sido un alma inquieta intentando beber de distintas fuentes: unas regladas como la licenciatura en derecho y el máster, que alimentaban mis deseos ideales de justicia, de verdad; otras, un tanto alternativas (al menos cuando yo empecé), como naturopatía, yoga …que daban sentido a partes más recónditas de mí.

El trabajo que he desempeñado hasta la fecha, me ha permitido ver, compartir y aprender del ser humano, algo que me atrae por su complejidad.

Nuestra humanidad abraza un abanico tan vasto de posibilidades que a veces me sorprendo; y todas estas posibilidades están en nosotros: en ti, en mí.

Alguien, al que quiero mucho, me decía: tenemos un potencial ilimitado; y así es, y es con motivo de esa visión, que me permito, al igual que otras muchas personas, explorar partes de mí, ya no en la trastienda o en la retaguardia, sino desde el “front-office” pudiendo mostrar lo que soy.

Quizás quieras apuntarte a esta maravillosa andadura de descubrir quiénes somos.

Aquí estaré, llenándome de aceite para seguir ofreciendo luz, si alguien la necesita.