Entrevista a Mario Navarrete Niño
En esta ocasión, le hacemos nuestra entrevista a un reconocido Artista de restauración de mosaico florentino.
Con 72 años, Mario Navarrete Niño, colombiano de origen e italiano de adopción es conocido donde quiera que va por su creatividad y por su alegría además de por su profesionalidad.
Desde muy pequeño le llamó la atención la capacidad de transformación del hombre, a través de sus manos, de su voz… y con su presencia transforma cada día su entorno.
Hoy, lo encontramos entre unas rocas, cerca del mar, buscando el material para hacer una construcción de piedras en equilibrio y esperando a los niños con los que despliega todo su arte; y es que “los niños van a buscar a aquel viejito y lo que tiene dentro”.
-¿Te gusta cocinar? ¡Claro! Somos privilegiados sólo por tener la vida.
Fíjate que por el gusto de cocinar lo que yo he sentido que quería cocinar, me presenté a un concurso con 10 años, sin tener el material, pero me las ingenié compartiendo los colores con otro chico y gané el primer premio.
Todavía recuerdo lo que pinté: un cuadro con el fondo negro y un libro iluminado por una vela.
Por premio, en mi casa, obtuve un castigo importante por parte de mis padres. La tristeza era inmensa, porque quería “morir” después de aquello, ya en aquel entonces, el arte era mi vida y me lo negaban.
Los artistas, que era lo que yo quería ser, no tenían buen cartel en aquella época en mi país, porque se les asociaba con vidas desordenadas o depravación, y con 12 años, entendí que, para poder hacer mi cocina, debía irme de mi casa y, eso hice.
He conocido tiempos muy duros desde muy chico y también el éxito más clamoroso y ahora, a día de hoy, te puedo decir, que no tengo nada y no teniendo nada, lo tengo todo. Puedo comenzar en cualquier momento.
-¿Qué tipo de cocinero eres? Soy un cocinero extremadamente simple. Con las mínimas cosas puedo hacer cosas muy bellas.”
– ¿Cómo te sientes en tu cocina en este momento de tu vida?
Me siento muy cómodo, porque en cada ocasión descubro la sencillez, las cosas simples. Cuanto más simple, más auténtico.
Cada día comenzamos y no debemos olvidar nunca el sentido de la niñez, es entonces, cuando nos volvemos viejos, rígidos y estáticos. Pero si todavía nos movemos desde la locura de la inocencia, todo es nuevo todos los días.
-¿Hubo algún momento en que empezaste a prestarle especial atención?
Si, y no hace mucho. Me diagnosticaron un tumor devastador. No tenía sintomatología, pero me estaba muriendo.
Siete horas de cirugía me hicieron pensar que alguien me dejaba un ratito más por aquí, para inventar un plato más; no para mí, sino para deleitar a los demás. Eso es lo que me encanta, cocinar para los demás y ofrecer lo más bonito y lo más gustoso.
-¿Qué tipo de cocina predomina en tu casa?
Mi cocina no tiene ningún tipo de nacionalidad, y he tenido una buena oportunidad de viajar. Los platos más simples siempre me han gustado, lo que es menos elaborado.
-¿Qué especies han aportado: calor, picante, dulzura y frescor a tu cocina?
Creo que los ingredientes italianos, que son muy simples, dan mucha belleza y un exquisito sabor. Te pongo el ejemplo de la albahaca, dos hojas en un sencillo plato de arroz lo convierten en un manjar. En la vida lo mismo, la simplicidad da los toques más bellos y deja un sabor lindo. Las especies importantes, predominantes, no me han atraído demasiado.
-¿Cuál es tu ingrediente estrella?
La albahaca, insisto con la simplicidad.
-¿Sabes cuando cambiar de cocción?
Estoy aprendiendo. Es difícil tener la certeza y se va cambiando a medida que las cosas van pasando. Soy flexible y humilde, estoy dispuesto todos los días a aprender. Como un filósofo ya dijo hace tiempo: “sólo sé que no sé nada”.
Ayer precisamente leía de Séneca una frase muy linda: “enseñar es aprender”. Y yo aprendo cada día, hace más de 50 años que trabajo con niños, jóvenes…los niños son prodigiosos.
-¿Tienes alguna receta infalible para casos de emergencia?
La sencillez, la autenticidad y la humildad.
-¿La magia existe?¿hay espacio para la magia en tu cocina?
¡Claro que sí! ¿Si no existiera la magia en nuestras cocinas cómo lo haríamos para comer?
Es fundamental la estética del plato. La magia, que nadie sabe exactamente lo que es, permite plasmar la belleza en el plato. Sin magia no hay transmisión.
-¿Qué llevas practicando toda tu vida?
El amor por el Arte, por la belleza. Yo no nací siendo ningún Leonardo Da Vinci, pero nací con la sensibilidad para adorar el Arte. El arte es jugar y al jugar transformas las cosas y eso es mágico. El gusto por el arte es lo que llevo practicando toda mi vida.
-Dime una palabra, un color, un olor y un sabor que te hayan alimentado.
Palabra: Humildad
Color: rojo
Olor: Albahaca
Sabor: Maracuyá, sabe dulce y amargo a la vez y has de tomar tanto para que te deleite.
-Me han dicho que, de vez en cuando, compartes tu cocina con los niños, ¿qué y para qué cocinas con ellos?
Con ellos cocino el juego, el juego es aprender, es comunicar, es comulgar. Ellos son felices haciendo de niños y yo soy feliz haciendo de viejo que aprende de los niños.
-Con lo que sabes, ¿con qué tipo de cocina soñarías?
Con la cocina que siempre he tenido, con la más simple, esa cocina es la que me trae alegría y serenidad.
-Danos un consejo para la cocina de esos niños que somos y llevamos dentro.
Les diría que jueguen cada día de su vida, mientras puedan. Si mueren jugando ni se darán cuenta de que se han ido, y eso espero que sea lo que me suceda a mí.
Al acabar la entrevista nos invita a los que estamos alrededor a saltar al mar desde una roca. Mi niña, quiere, mi adulta analiza y pone excusas para no hacerlo, pero su energía puede más y un salto me lleva a recordar que sí se puede.
La alegría de sus ojos surge de su interior y la comparte cada día con aquel que quiera visitarlo.
Y bromeo conmigo misma pensando qué habrá desayunado, por que cuando sea mayor, quiero ser así.
Os dejo hasta dentro de unos días, no sin preguntaros: Y vosotros, ¿qué salto tenéis pendiente dar?
Luz y alegría
Tundra
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Hola, a tu pregunta, ¿Qué salto tenéis pendiente dar? Mira, ante esa pregunta te digo que un salto que está pendiente es como un proyecto y todo lo que se proyecta comienza con una idea, y con ella ir como jugando con las cosas que, sin saber porqué, te van saliendo al paso y en ese juego que no sabes si has de ganar sigues recogiendo esos ” juguetes” bueno utensilios para conseguir la receta que se desea.
Aunque luego te des cuenta de que lo que habías pensado no es como te lo habías propuesto, pero te sientes como fascinada cuando ves el resultado y todo eso gracias a que sigues en el juego de la vida. Así que mi proyecto es seguir jugando con lo que me regala el día. Y como nó voy a saltar, claro que sí, saltar hasta encontrar lo que me espera y aunque desconocido para mí, me envuelvo en esa aventura que me atrae y me invita a ello.
Feliz día y sigue en el empeño de ayudar a quien se sienta atraído por tu cocina.🌹🌹