Tren a uno mismo

Entrevista a Gemma Soler Raspall

Le precede una amplia sonrisa. Se percibe la seriedad del que busca lo auténtico y la sensación de que es un tren que no tiene parada en todas las estaciones, sino que se dirige a su destino a cierta velocidad y no se detendrá en el camino.

Conversar con ella sobre la cocina es descubrir que en una copa de vino o en un guiso sencillo hay mucho de nuestra humanidad y de nuestra divinidad en cuya búsqueda nos embarcamos en cada respiración.

Os presento a Gemma Soler Raspall, ¿Entramos en su cocina?

 

Gemma Soler

 

-Gemma , ¿te gusta cocinar?

Me gusta, y te confesaré que cada vez me gusta más, por que cada vez le encuentro más significado y proximidad a la alquimia. El acto de cocinar requiere de una implicación emocional, anímica… no es solamente la mezcla de elementos. Ahora mismo estoy en las mezclas más sencillas.   

-¿Qué tipo de cocinera eres?

Después de pasar por distintas tendencias, ahora busco el equilibrio desde el sentido común, sin grandes complicaciones, cocino de forma sencilla y me cocino también así, buscando la solidez interior, para que lo que surja sea nutritivo. No hace falta una cocina muy elaborada cuando el producto con el que cocinamos es de calidad.

– ¿Cómo te sientes en tu cocina en este momento de tu vida?

Estoy empezando a recolectar el fruto de un trabajo que empezó hace años y estoy en el proceso de decidir cual será el plato final, cosa que dejaré en manos del universo.

-¿Hubo algún momento en que empezaste a prestarle especial atención a tu vida?

Fíjate que yo diría que desde siempre. He sido una niña muy observadora, me fijaba mucho y eso ya era una forma de consciencia. Para mí la consciencia no es tanto el saber si no el querer saber, podríamos decir que he buscado desde siempre.

Pero he de reconocer que esa inquietud me viene de familia.

Magia

-¿Qué lenguaje utiliza la cocina que a veces no entendemos?

Sabes, he tenido la suerte de no perder parte de la conexión con la naturaleza y las percepciones que tenía de la realidad cuando era niña, así que su lenguaje, no me es ajeno.

-¿Qué “símbolos” hay en tu cocina?

Actualmente el estudio de la teosofía ocupa todo mi tiempo y contempla un abanico muy basto de información y aprendizajes que, para serte sincera, no sé dónde me llevaran.

-¿Qué tipo de cocina predomina en tu casa?

Lo más natural y cercana al productor consciente, así me gusta cocinar en mi cocina, con coherencia, y eso requiere fuerza de voluntad, paciencia y mucho amor.

– ¿Qué especies han aportado: calor, picante, dulzura y frescor a tu cocina?

Calor: La muerte de mi padre, fue una enseñanza para mí de lo que significa la palabra amor.

Picante: Las relaciones de pareja. A veces coger el punto justo al picante cuesta, conectar a ese nivel no es nada sencillo.

Dulzura: el mar, es la solución para muchas cosas, me suaviza, me alegra, me calma, me inspira, solo necesito olerlo, sentirlo.

Frescor : el conocimiento me mantiene despierta”

Mar

– ¿Cuál es tu ingrediente estrella?

Te diré dos, el primero de ellos es la fuerza de voluntad. La perseverancia es una de las virtudes que he tenido en mi vida de forma espontánea. La otra es la magia, es el ingrediente que a menudo no se confiesa pero que sí está ahí es el que otorga el “toque definitivo”.

-Entiendo pues, que existe la  magia en tu cocina, ¿no?

Cuando somos pequeños tenemos algo maravilloso: la imaginación que es la puerta de entrada a la magia.Por desgracia, a medida que nos vamos haciendo mayores la perdemos, perdemos la fe y dejamos de ser magos y magas.

– Y ¿tienes alguna receta infalible para casos de emergencia?

Creo que la improvisación. Tantos años dando clases en la universidad te permite aflorar la creatividad y al mismo tiempo desarrollas la flexibilidad. Cocinar con los ingredientes que tienes, sean los que sean, e intentar elaborar un buen plato con la suma de todos ellos.

Gemma Soler

-¿Qué no debería faltar en las cocinas?

El fuego, el Amor de los alquímicos, de los filósofos herméticos, que no sólo calienta (te nutre, te da calidez) si no que aporta luz (conocimiento y visión).

-¿Qué llevas practicando toda tu vida?

Me temo que la paciencia, es un ingrediente que llevo trabajando mucho tiempo a través del Mindfullness, la meditación, la relajación…todo esto me ha ayudado a comprender mejor el ritmo del otro; a veces pretendemos imprimir nuestro ritmo a los demás y si eres rápido puede ser sofocante para los que te rodean.

Dime una palabra, un color, un olor y un sabor que te hayan alimentado.

Una palabra:¡Abracadabra!

Os diré que no me he resistido a buscar la etimología de la palabra y en arameo significa: “crearé como diré” …y pienso, interesante palabra…

Un color: el azul que está presente en el cielo y el mar en toda su inmensidad.

Un olor: el que más valoro cotidianamente es el café, es estimulante y me ayuda en mi búsqueda.

Un sabor: el chocolate, el pecado de muchos…por algo debe tener la tradición histórica que tiene, e invita a compartir.

Con lo que sabes, ¿con qué tipo de cocina soñarías?

Con una cocina internacional, que todos pudiéramos entender, comprender y pudiésemos disfrutar de ella. Una cocina integrada que es lo que necesita el mundo.

Fe

Quizás si recuperamos nuestra fe la magia se produzca y la alquimia del Amor se de en el corazón de cada uno para poder Ser, que es lo único que el mundo precisa.

Con este deseo me despido hasta la próxima ocasión, no sin dejar unas preguntas en el aire:

 ¿Perdimos la fe? Si la perdimos, ¿para qué nos sirvió? y…cómo podríamos recuperarla.

Quizás el mar nos inspire y nos ayude a recuperar el camino hacia lo que en esencia somos…

Luz y alegría

Tundra

Fotografia Tundra de San Martin

 

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Una persona exitosa es la que consigue estar en paz consigo misma

Entrevista a Rubén Martínez Santana

Ruben Martinez Santana

 

 

 

Me aventuro a hacerle una entrevista a un gran y reconocido narrador oral, proveniente del otro la lado del charco: Rubén Martínez Santana, un venezolano de 56 años que lleva casi 20 años en España y, cuya voz como cuentacuentos ha trasladado a muchos a lugares sorprendentes.

¿Descubrimos juntos “su cocina”?

¿Te gusta cocinar?

Muchísimo, ¡Claro!

El primer sentido que le he encontrado a mi vida es CREAR, y no se si cocinar es el segundo o forma parte de ese primero.

Crear es crearse a uno mismo también y, cuando cocino, cuando creo cuentos, música… tengo que partir de mí.

¿Qué hago yo conmigo mismo?”, forma parte de la pregunta “¿qué estoy creando yo?”.

¿Qué tipo de cocinero eres?

Creo que uno mejor intencionado que exitoso.

Me preocupa más cocinar, que los resultados reales que estoy obteniendo. A veces me hago más preguntas de las que consigo contestar.

A pesar de la incertidumbre de todas esas preguntas sin contestar, soy constante y siempre estoy en la búsqueda; a veces, de forma innecesariamente intensa.

Con el tiempo, me di cuenta que en ocasiones me perdí en la búsqueda, perdiéndome también las cosas que pasaban en la vida. Aquello que pasaba, y a lo que no prestaba atención, ya me daba respuesta, pero yo no estaba atento.

Con el tiempo también, empecé a discriminar y a llenar la alacena de especias. Una de ellas, la paciencia.

Cuentos y música de Ruben Martinez

¿Qué entiendes tu por éxito?

Es algo oscilante en función del momento de mi vida y del aspecto de mi vida al que me refiera, y hace tiempo que dejó de ser lo que generalmente se puede entender como “exitoso” (reconocimiento o solvencia económica).

En realidad, una persona exitosa es una persona que consigue estar en paz consigo misma.

En el arte, donde me muevo libre, el éxito es conseguir que lo que persigo crear, sea creado. Eso me lleva a sentirme pleno, en sintonía con lo que vengo a hacer en esta vida. Es saber que la música que yo llevo dentro, se está escuchando fuera. Ésta es una sensación indescriptible.

¿Cómo te sientes en tu cocina en este momento de tu vida?

En los últimos años, me está exigiendo mucho y en cierta forma es doloroso. Entiendo que haya habido momentos en mi vida en los que he obviado preguntar, ignorando aparentemente eso a lo que te tienes que enfrentar y aceptando un olvido voluntario de ciertos temas, para poder descansar, o para que algunas cosas decanten.

Para mí la cocina tiene entidad en sí misma y hay que escucharla.

¿Qué lenguaje utiliza la cocina que a veces no entendemos?

Cocinar es como cualquier otro oficio y requiere de las mismas atenciones. Quizás haya que acercase con humildad, y no creer en ningún momento que lo conoces todo. Ni cuando quieres creer que ya lo conoces, ni cuando otros te hacen creer que ya conoces ese oficio.

Cuando me he acercado con humildad, es cuando he estado más cerca de poder escuchar y de poder entender. He tenido que hacer silencio, cosa que no consigues si estás hablándote, o haciendo una “traducción simultánea” de lo que ves. Observar y escuchar es lo más importante´

¿Hubo algún momento en que empezaste a prestarle especial atención?

Si, fue a través del arte, en la escuela de teatro de Juan Carlos De Petre, creador argentino radicado en Venezuela. Creó lo que se ha llamado el “teatro desconocido”, que parte del vacío, del desaprender, del silencio para permitir la manifestación individual y colectiva de una condición más profunda y esencial. Huelga decir, que ésta es una reseña muy parca de lo que es el Teatro Desconocido.

¿Qué tipo de cocina predomina en tu casa?

El arte. La creación. Es a través del arte que yo me integro y cocino; también lo hago a través de las personas, que en mi caso son pocas, pero muy intensas.

¿Qué especies han aportado: calor, picante, dulzura y frescor a tu cocina?

El frescor, creo que la música.

La dulzura, la observación de los animales.

El picante, se me ocurren dos cosas: por un lado, las personas y por otro, la sexualidad.

El calor es Dios. La certeza de que Dios está y se comunica conmigo con su lenguaje. A veces lo entiendo más, otras menos, pero sé que está ahí. Eso me ha dado calor.

 ¿Cuál es tu ingrediente estrella?

La observación, el silencio, la paciencia, la constancia, la flexibilidad.

En el caso de cocinar como tu lo preguntas, creo que el ingrediente estrella sería la vigilia.

¿Sabes cuando cambiar de cocción?

No lo sé. Voy tratando de leer las señales y ajustarme a lo que va apareciendo.

Para algunas cosas soy muy conservador, personalmente busco una cierta estabilidad, quizás por los cambios que he tenido en mi vida. Para otras, soy muy libre.

En el aspecto artístico puedo transformar y saltar de una cocción a otra con fluidez, para conseguir aquello que siento que he de “parir”. Para que lo estoy creando sea como verdaderamente es.

¿Tienes alguna receta infalible para casos de emergencia?

Lo que más me ha resultado ha sido soltar. Cuando suelto y me rindo, pasa algo y, se desencalla la emergencia. Hay que decir también que llego a ese punto después de haber intentado doscientas mil soluciones. Si algo me caracteriza es el trabajo. Soy incansable y, a veces, me planteo si me podría haber ahorrado esos esfuerzos, o es justamente por esos esfuerzos, que llega ese momento de entrega, de soltar. Es decir,  me pregunto si solo después de haberlo intentado todo, te ganas la vía del no intentar nada.,

Campo flores

¿Qué música se escucha en tu cocina?

Me relaciono con muchas artes, y fíjate que la música es un arte que no me ofrece ningún obstáculo. Sólo hago silencio, escucho y fluye a través de mí… para mí la música es una manifestación de lo invisible. Es “Divina”, con mayúscula. Es forma y fondo, es continente y contenido.

¿La magia existe? ¿hay espacio para la magia en tu cocina?

La palabra “mágico” no me gusta mucho. La asocio con “irreal”, algo ligado a la ilusión, con apariencia de lo que no es. Tiene una connotación negativa para mí, porque siento que es una manera de endulzar innecesariamente las cosas. Pero no solo eso. Muchas veces se denomina “magia” a cosas que tienen un nombre propio, uno que pide que tú te comprometas más con ese nombre, con lo que está nombrando…

¿Cómo cuentacuentos, qué cuentos se cuentan en tu cocina?

 Mira, en este momento estoy con la escritura de un libro de cuentos para adultos. Oscilo entre la producción para adultos y la infantil de forma aleatoria. Son cuentos para ser contados. Son cuentos que invitan a hacerse preguntas, a resolver dilemas. Son cuentos que inquietan. No muestran caminos, ni respuestas, para que así cada lector ordene y resuelva.

No me gustan las moralejas, ni los cuentos que “enseñan”, ni que me digan qué debo entender de lo que he leído. Lo que yo entiendo, es lo que me pertenece.

¿Qué llevas practicando toda tu vida?

Yo diría que la acción, el movimiento creativo como persecución de un objetivo.

Soltar

-Dime una palabra, un color, un olor y un sabor que te hayan alimentado

 Una palabra:escucha”, esa palabra me alimentó. Una frase que me ha alimentado mucho es: “Estoy contigo”.

Un color: rojo claro

En este momento, no puedo darte respuesta a los otros dos.

Con lo que sabes, ¿con qué tipo de cocina soñarías?

Ummm es difícil la pregunta, porque una cosa es lo que yo quisiera, y otra lo que  puedo necesitar sin que yo lo sepa.

Creo que la respuesta sería:  la cocina que yo necesite en cada momento.

Acabo la entrevista pensando en que los sabios, desde siempre, han utilizado los cuentos para transmitir las cosas importantes de la vida. Qué fácil parece a los ojos del que escucha un relato; tanto, que se cuela hasta nuestra alma tocando con su voz y su mensaje todo nuestro ser.

Y le agradezco la profesión que ha escogido que aúnan, sencillez, humildad, belleza y magia.

Os dejo hasta el próximo día, con el deseo de que algún cuento llegue a vuestras manos y os permita acceder al ser que sois y sonreír.

Luz y alegría

Tundra

Fotografia Tundra de San Martin

 

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