Una vida extraordinaria

Sentía el hormigueo como subía por su pierna izquierda; estaba despierto otra vez.

Hay quienes al despertar maldicen el despertador por cerrar ese paréntesis de suspensión en la nada que nos conduce a iniciar una nueva jornada de acción. No era su caso.

Hubo un tiempo en que quedarse en la cama remoloneando o intentando robar unas horas de sueño más a la jornada diaria era un caramelo goloso. No lo era desde que tomó una decisión. Una decisión inicialmente inconsciente que poco a poco fue tomando cuerpo y personalidad propia para iniciar una vida extraordinaria

¿Qué era acaso iniciar el camino de una vida extraordinaria? ¿Quizás conseguir algún premio renombrado? ¿Acometer alguna hazaña que luego pudiese llenar la columna de un periódico?

No buscaba tanta publicidad ni eco mediático y, su alma anhelaba ver más amabilidad en el mundo. Quizá ese sería su propósito, ser la amabilidad que quería ver en el mundo. ¡Menudo reto!…lo sentía como saborear una jugosa manzana.

Como todos los retos, uno empieza consigo mismo y se preguntó cuan amable era consigo al aterrizar en este mundo cada día, algo simple y sencillo.

Paraos a pensar en qué tipo de sonido utilizamos para despertarnos…si es que todavía utilizamos despertador…¿es un sonido que nos acompaña delicadamente? O por el contrario ¿es una llamada de corneta que se repite en diversos lugares de la casa estratégicamente colocados para garantizar que finalmente salimos de los brazos de Morpheo?

Se preguntó, cuan amable era con su cuerpo al despertar, cuan amable era al alimentarlo y procurarle aquello que le hacía bien, cuan amable era dedicándole un tiempo a escucharlo, a sentirlo, para darle respuesta.

Se dio cuenta de que escuchaba poco y era poco cortés consigo mismo…¿Cómo iba a ser amable con los demás si no era capaz de serlo consigo mismo?.

Se desalentó.

¿Cómo iniciar el cambio?

La naturaleza le inspiraba las respuestas y se las presentaba serenamente como aquella madre que espera que su hijo aprenda, poco a poco.

Cambió algunas mecánicas habituales, como la del despertador de feria que le obligaba a saltar de la cama; se empezó a decir frases afectuosas y alentadoras que pegó en el cristal del baño junto a un montón de caras que le sonreían y le decían: ¡buenos días!, ¡interesante mañana! Había también una cara agotada que le sugería: incluso si no has descansado ¿qué te puedes ofrecer y qué acto de amabilidad puedes llevar al mundo?

En el centro del espejo, un hueco; un hueco para verse a sí mismo, ver sus ojos y por supuesto, poderse afeitar.

Tenía cierta dificultad para comunicarse con la gente, así que se soltó con los animales y los saludaba o jugaba con ellos cuando se los encontraba, su lenguaje era más simple.

Se planteó por aquel entonces, si lo que se había dicho de la Torre de Babel, no era precisamente que la creación del lenguaje era lo que daba pie a tanta confusión y malos entendidos, tanta ambigüedad y medias verdades.

Tocaba su armónica en el parque cercano a casa, había decidido ser amable también con aquellos árboles centenarios que la municipalidad había tenido a bien mantener en el centro de la ciudad para proveerlos de un pulmón entre tanto asfalto… y a ellos ¿quien les dedicaba un pensamiento amable?

Imagino que desde entonces su vida ha dado un cambio y sobre todo debe haber coloreado el mundo con esa amabilidad de deseaba ver en él.

Seguramente no sale en las noticias, ni le dan premios con banda y remuneración económica…¿Acaso lo necesita? Quiero pensar que no, y que le fue suficiente soñar que algo era posible, independientemente del parecer de todo y todos aquellos que le rodeaban, creerlo y amarlo profundamente y ahora vive una vida extraordinaria.

¿Nos atrevemos a soñar la nuestra, a creer en ella y amarla siendo coherentes con nuestro sentir?

Este mes inicia la primavera…un nuevo comienzo, aunque todo empezó en la quietud del invierno. ¿Nos atreveremos a soñarnos?

Mientras siento cómo me rodea una atmósfera saturada con el olor de la resina tibia de los pinos en esta mañana de invierno, os deseo una maravillosa vida extraordinaria que os alimente el corazón.

Luz y alegría

Tundra

Tundra

 

Copyright © Tundra de San Martin tundrasblog.com

4 respuestas a «Una vida extraordinaria»

  1. Me encanta Tundra! 🤗Otra Muy buena y Gran reflexión. Un Gran Reto ver más Amabilidad en el mundo 🌍 Ser amables con nosotros mismos🥰 para poder ser amable con los demás y con el mundo 👏🏻👏🏻👏🏻👌🏻😘

  2. Hija, me encantan tus relatos y ,en esta ocasión, también. Muestras tu amabilidad y tu dulzura, de tal modo, que los escucho como si me estuvieras contando un cuento y me transporta a otro nivel, donde todo me parece maravilloso.
    Lo volveré a escuchar, te lo aseguro… Bueno, muchas gracias por estos regalos que nos haces. Y un abrazo fuerte para ti. Marisol.

Los comentarios están cerrados.